Los coronavirus son una familia de virus que pueden infectar diferentes especies de animales, pero también a personas. El SARS-CoV-2 pertenece a esta familia, y la enfermedad que causa se llama COVID-19.
Los síntomas de la COVID-19 no son los mismos en todas las personas. En ocasiones, los contagiados tienen síntomas leves o no tienen síntomas (asintomáticos), aunque sí pueden transmitir la infección. Cerca de un 15-20% de casos sufre una enfermedad sintomática y grave, que puede desencadenar diversos cuadros clínicos. Cuando se presentan estos síntomas, es necesario quedarse en casa y llamar al teléfono de cada comunidad autónoma donde recabar información sobre los pasos a seguir.
Las personas contagiadas pueden percibir los síntomas ente 2 y 14 días después de la exposición al virus. La principal afección suele producirse en las vías respiratorias, y una de las consecuencias más graves es la neumonía.
En cualquier caso, la utilización de mascarilla, especialmente en lugares cerrados, así como la distancia social y la higiene son las herramientas más útiles para evitar el contagio. Para saber si se ha sido infectado por el SARS-CoV-2, virus causante de la COVID-19, existen diferentes pruebas y test, cada uno con una indicación y utilidad.