Epilepsia y conducción: sí, pero con condiciones

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Las enfermedades neurológicas aumentan el riesgo de que se produzca un accidente automovilístico. Las patologías del sistema nervioso reducen las habilidades para la conducción, ya que merman la función cognitiva o las habilidades motoras o de coordinación. Por ello, es conveniente conocer bien las limitaciones que podemos tener debidas a la enfermedad. Una persona con epilepsia puede conducir, pero con condiciones.

En la actualidad, cualquier persona con epilepsia bien controlada puede hacer una vida casi igual que el resto de la población. Las principales excepciones están relacionadas con el ámbito laboral; así, estos pacientes, por ejemplo, no pueden acceder a trabajos en los que tengan que llevar armas de fuego. Tampoco pueden optar a puestos en los que requieren el manejo de maquinaria pesada o puedan poner en peligro la vida de terceros.

Respecto a la conducción, las personas con epilepsia tienen un riesgo bajo de siniestralidad, como indica el informe de la Unión Europea ‘Epilepsia y conducción en Europa’. El principal requisito para poder conducir es mantener la epilepsia controlada.

La legislación española permite que los pacientes con epilepsia conduzcan con seguridad. Para ello, deben acreditar que están libres de crisis epilépticas durante el último año. Necesitan presentar un informe favorable emitido por su neurólogo en el centro de reconocimiento médico el día para la expedición o renovación del carné de conducir. En el caso de ser considerado apto, la Dirección General de Tráfico dará el visto bueno por un determinado periodo en función del tipo de epilepsia y crisis.

Manual de conducción

El Manual de Neurología y conducción, editado por la Sociedad Española de Neurología (SEN), ofrece información acreditada por la Dirección General de Tráfico (DGT). Este documento analiza diversos aspectos relacionados con la conducción:

  1. Aspectos neurológicos que influyen en la conducción de vehículos.
  2. Efecto de los fármacos.
  3. Repercusión de las principales enfermedades neurológicas sobre la capacidad de obtención o prórroga de la licencia de conducción.
Normativa y aspectos generales

El Manual expone de forma muy comprensible toda la normativa que regula la capacidad de los conductores. Además, aborda los aspectos más generales que se deben tener en cuenta para realizar una historia clínica y una exploración neurológica. Ambas son necesarias para emitir un informe de aptitud para la conducción de un paciente con patología neurológica.

Los expertos hacen una revisión exhaustiva de todos los tratamientos farmacológicos que se emplean en cada enfermedad, así como su influencia en la capacidad del manejo de vehículos. También analiza de forma detallada todas las limitaciones que produce el consumo de drogas y alcohol en la capacidad de los conductores.

Aptos para conducir

Podrán conducir los pacientes con epilepsia que no hayan tenido una crisis convulsiva o con pérdida de conciencia durante el último año. También podrán conseguir el permiso si las crisis ocurren solamente durante el sueño.

Las personas que tienen crisis epilépticas que no afectan a su conciencia o capacidad de actuar también pueden conducir. En el caso de crisis sintomáticas, para renovar u obtener la licencia se necesita un informe favorable si llevan, al menos, seis meses sin crisis.

Consejos relacionados con la conducción

Los expertos y las asociaciones de pacientes ofrecen una serie de consejos relacionados con la conducción de vehículos para las personas con epilepsia.

  1. No conduzcas si la ley no te lo permite.
  2. Informa a las autoridades correspondientes de tu enfermedad y, especialmente, a la hora de solicitar el permiso de conducir.
  3. Asegúrate de que tu compañía aseguradora esté informada de tu enfermedad y de que, en caso de accidente, cubra los costes correspondientes.
  4. Si vas a conducir, infórmate de los posibles efectos de tu medicación antiepiléptica.
  5. Es mejor evitar conducir trayectos largos.
  6. Respeta siempre las horas de descanso recomendadas.
  7. No suspendas el tratamiento antiepiléptico para poder conducir.
  8. Evita conducir tras un cambio de medicación, por si altera las capacidades para manejar un vehículo.