Está considerada dentro del grupo de “enfermedades raras” por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Afecta a 3-5/10.000 habitantes y frecuentemente se diagnostica de manera muy tardía: cuando el paciente lleva entre 5 y 15 años con síntomas.
Se produce por la pérdida de las neuronas del hipotálamo que contienen unos neurotransmisores llamados orexinas o hipocretinas.
Estos neurotransmisores permiten la comunicación entre neuronas e impiden que cuando estemos despiertos el sueño nos invada y viceversa. Por eso, su deficiencia deriva en los síntomas que caracterizan la narcolepsia.