A nuestro alrededor circula una gran cantidad de enemigos con los que estamos en contacto: microbios, virus, bacterias. El cuerpo humano, sin embargo, ha desarrollado una poderosa arma para combatirlos: el sistema inmunológico.
¿Qué es la alergia?
La alergia refleja un fallo del sistema inmunológico; comienza a reaccionar contra sustancias extrañas (alérgenos) normalmente inofensivas (polen, polvo, alimentos...)
Esta reacción causa una producción de anticuerpos específicos para la alergia: IgE (inmunoglobulina E). Por lo tanto, los individuos alérgicos producen grandes cantidades de anticuerpos IgE en respuesta a una invasión de alérgenos.
MECANISMO ANTE LA ALERGIA
El desarrollo de una alergia implica una fase de sensibilización y una fase de reacción.
FASE DE SENSIBILIZACIÓN: PRIMER CONTACTO
Paso 1:
El alérgeno entra en contacto con el organismo por primera vez
Paso 2:
El sistema inmunológico entonces lo percibe como un cuerpo extraño...
Paso 3:
... y comienza a producir anticuerpos específicos para luchar contra este alérgeno. Estos anticuerpos se conocen comúnmente como "IgE"
Paso 4:
Las IgE, transportadas por la sangre, se unirán a células situadas tanto en la piel como en membranas mucosas, lugares donde es más probable que los alérgenos penetren. Estas células se denominan mastocitos.
El período de sensibilización, de duración variable, no se acompaña de ningún síntoma.[1]
FASE DE REACCIÓN ALÉRGICA: SEGUNDO CONTACTO
Paso 5: Durante el segundo contacto entre el alérgeno y el cuerpo, el alérgeno se unirá a la IgE presente en la superficie de los mastocitos.
Paso 6: Los mastocitos entonces se activarán y liberarán diferentes mediadores implicados en la inflamación tales como la histamina, proteasas, y el TNF alfa, entre otros. Todo esto causa una reacción inflamatoria que se denomina reacción alérgica.
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