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Fracturas por fragilidad

La rotura de un hueso puede reducir enormemente la calidad de vida de la persona que la sufre. Un mal golpe, un tropiezo con un mueble o una pequeña caída pueden derivar en una fractura que será la encargada de dar la voz de alarma y avisarte de que en tu cuerpo puede esconderse la osteoporosis.

¿Sabías que cada tres segundos se produce una fractura por osteoporosis en el mundo? En nuestro país, 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años padece esta enfermedad. Una cifra que aumenta si hablamos de los mayores de 70 años, donde 1 de cada 2 mujeres sufrirá fracturas por osteoporosis.

¿Qué son las fracturas por fragilidad?

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Nuestros huesos son tejidos vivos y evolucionan de forma continua. Con el paso del tiempo, nuestro esqueleto empieza a debilitarse, más aún si sufrimos osteoporosis 1, una enfermedad silenciosa que pasa desapercibida hasta que se produce la primera fractura.

Atribuimos las caídas y las fracturas a la torpeza que aumenta con los años, pero puede deberse a que los huesos han ido perdiendo masa ósea y debilitándose de una manera muy discreta y silenciosa, llegando al punto de ser tan frágiles que un impacto leve, como la tos o un estornudo, pueden provocar una fractura.1

Las fracturas por fragilidad de nuestros huesos como consecuencia de la osteoporosis, pueden producirse en cualquier hueso, pero suelen ser más frecuentes en las muñecas, la cadera o las vértebras de la columna.

¿Se pueden evitar las fracturas por fragilidad?

Afortunadamente, podemos decir que las fracturas se pueden evitar, siempre que se tomen las medidas oportunas para frenar la osteoporosis de forma temprana. Unos hábitos de vida saludables nos permitirán mantener una buena salud ósea. Sin embargo, algunos aspectos no están bajo nuestro control e influyen en la evolución de la osteoporosis y las posteriores fracturas como ser mujer, antecedentes familiares de fractura, fracturas previas o el consumo de algunos fármacos…

Estos son solo algunos ejemplos de los factores de riesgo que no podemos controlar y que un médico tendrá que evaluar para saber si somos pacientes de riesgo elevado o no. De ser así, es probable que te recomiende seguir un tratamiento para la osteoporosis y protegerte de posibles fracturas.2

Y no olvides que, si ya has sufrido una fractura por fragilidad, tienes más posibilidades de sufrir una segunda fractura.

Consecuencias de las fracturas por fragilidad

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Las fracturas por fragilidad son dolorosas y, frecuentemente, suponen una reducción de la calidad de vida del paciente. De hecho, tan solo el 40% de los pacientes que se han fracturado recuperan su anterior autonomía e independencia 3. La realidad es que una fractura de cadera puede trastocar por completo el ritmo de vida del paciente y el de toda su familia.

Fíjate en lo que dicen las cifras:

  • Un año después de una fractura de cadera, la mayoría de las pacientes NO son capaces de llevar a cabo actividades cotidianas como ir al mercado o conducir, y no vuelven a recuperar la independencia.1

  • Tras una fractura de cadera, el 40% de los pacientes no puede caminar sin ayuda; y el 60% necesita asistencia un año después.1

  • En torno al 20% de los pacientes fallece después de una fractura de cadera, la mayoría durante el primer año.4

En ocasiones, la osteoporosis y las fracturas por fragilidad no reciben la atención que merecen, pese a las graves consecuencias que suponen. En este sentido, solo el 42% de los pacientes fracturados de cadera reciben un tratamiento para la osteoporosis cuando son dados de alta.5

Cómo afectan las fracturas por fragilidad a la calidad de vida

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A medida que cumplimos años, la masa ósea de nuestros huesos disminuye y la posibilidad de sufrir una fractura aumenta. Si a este factor le sumamos otros achaques de la edad como una visión más borrosa, pérdida de equilibrio y otras enfermedades (aspectos que aumentan la probabilidad de sufrir caídas), no es de extrañar que aproximadamente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.1

Las fracturas por fragilidad son dolorosas y pueden afectar no solo a nuestra salud física, sino mental. Teniendo en cuenta la reducción de la movilidad e independencia, es comprensible que los pacientes sufran problemas de ansiedad, depresión o pérdida de autoestima. Un gran impacto negativo no solo para el paciente, sino para todo el núcleo familiar ya que la vida de una persona puede cambiar sin previo aviso y se encuentra con que ya no pueden trabajar o interactuar con el resto de personas de la misma manera, lo que disminuye enormemente su calidad de vida. Es un hecho que sólo el 40% de los pacientes con fractura por fragilidad recupera plenamente su autonomía e independencia previas.6

Pero las secuelas pueden ir más allá. No olvidemos que la verdadera causa de esa fractura es la debilidad ósea provocada por la osteoporosis. De ahí que sea frecuente que después de una primera fractura se sucedan nuevas fracturas en cualquier otra parte de nuestro cuerpo. Los datos así lo demuestran: una mujer que ya ha sufrido una fractura por osteoporosis, tiene hasta 5 veces más posibilidades de sufrir otra al cabo de un año.

Fracturas y mortalidad

Por desgracia, las consecuencias aún pueden ser peores: las fracturas por osteoporosis también incrementan el riesgo de fallecimiento. Aproximadamente, el 20% de pacientes fallece después de una fractura de cadera, la mayoría durante el primer año tras la rotura.3 Además y pese a que la osteoporosis es una enfermedad que afecta especialmente a las mujeres, los hombres son más proclives a sufrir una discapacidad y a fallecer en el caso de la fractura de cadera.2

Son muchas las ocasiones en las que la osteoporosis pasa desapercibida hasta que un mal golpe o tropiezo deriva en una fractura. Actuar una vez producida la primera fractura ayuda a reducir el riesgo de sufrir sucesivas fracturas y mejorar la calidad de vida del afectado y de toda su familia.2

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Según el informe de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF, por sus siglas en inglés): “Huesos rotos, vidas rotas: guía para afrontar la crisis de fracturas por fragilidad en España”, a lo largo de 2017 se produjeron alrededor de 330.000 fracturas por fragilidad en España y se prevé que la incidencia anual aumente hasta las 420.000 para el año 2030.

En cuanto a los costes relacionados con el tratamiento de estas fracturas, tanto costes directos de fracturas de corta y larga duración, así como los asociados con estancias en hospitales y residencias de mayores, ascendieron a un total aproximado de 4.200 millones de euros que si siguen ese ritmo crecerán hasta los 5.500 en 2030.

Referencias

1 - International Osteoporosis Foundation: https://www.iofbonehealth.org/invest-your-bones-report-2001

2 - International Osteoporosis Foundation. Alimentación sana, huesos sanos: https://share.iofbonehealth.org/WOD/2015/thematic-report/WOD15-Report-ES.pdf

3 - Cosman et al. Osteoporosis Int 2014;25: 2359-2381.

4 - Osteoporosis, Not Just a Woman’s Disease. Beth Israel Deaconess Medical Center. Disponible en: https://www.bidmc.org/News/In-Medicine/2014/October/Osteoporosis-and-Men.aspx. Fecha de acceso: 30 de septiembre de 2015.

5 - RNFC. 2019. RNFC Informe Annual 2019. Disponible en; https://rnfc.es/wp-content/uploads/2021/03/Informe-Anual-RNFC-2019_digital-1.pdf.

6 - Cosman et al. Osteoporosis Int 2014; 25: 2359-2381.