En aquellas personas que ya tienen una osteoporosis diagnosticada también es esencial hacer ejercicio regular adaptado a sus posibilidades, ya que es la mejor manera de prevenir la pérdida de masa ósea y se considera fundamental en el tratamiento y la recuperación de la persona afectada. En estos casos, se recomiendan ejercicios contra resistencia que no supongan estrés para la columna y los huesos largos. Se desaconsejan ejercicios con pesas o que impliquen movimientos bruscos que puedan dañar la columna. En el caso de personas que hayan sufrido una fractura también deben hacer ejercicio moderado, por ejemplo, nadar que supone un esfuerzo importante para los huesos, pero contribuye a mantenerlo activo.