Signos y síntomas del Síndrome de Piernas Inquietas

Padeciéndolo entre el 3-10% de la población, el Síndrome de Piernas Inquietas es un trastorno habitual. Aunque es más frecuente en ancianos y mujeres, puede afectar a cualquier persona sea cual sea su edad.

En el 65% de los casos se transmite de una generación a otra, por lo que existe una predisposición genética de sufrir SPI.

Si los síntomas se manifiestan por la noche, la calidad del sueño se verá afectada (dificultando la conciliación y mantenimiento del sueño). La falta de sueño produce cansancio y falta de concentración durante el día.

Si, por otro lado, los síntomas aparecen durante el día, las personas afectadas no podrán mantenerse quietas durante un largo periodo de tiempo, por ejemplo, viajes largos en coche, reuniones prolongadas, en el cine o el teatro, etc. Dichos problemas afectan a la vida cotidiana y las relaciones sociales de quienes lo padecen.

Al hablar del Síndrome de Piernas Inquietas hay un concepto que se escucha con mucha frecuencia, el aumento o “augmentation”.

Dicho fenómeno se define como una intensificación o empeoramiento de los síntomas del Síndrome de Piernas Inquietas después de un tiempo de haber empezado a tratarlo, de modo que los síntomas aparecen antes durante el día, incluso por la mañana, siendo más intensos y pudiendo extenderse a otras partes del cuerpo como, por ejemplo, los brazos. Además, el tratamiento, aunque hasta el momento hubiese sido efectivo, es posible que empezase a no serlo tanto.

Se manifiesta en los tratamientos que actúan sobre la dopamina y, entre un 30-80% de los casos, puede producirse entre aquellos que lo toman para el SPI. El “augmentation”, aparecerá con menos frecuencia en los pacientes que tomen agonistas dopaminérgicos o un medicamento antiepiléptico.

Si la calidad de vida del paciente se viese afectada por el “augmentation", primero se deberán eliminar los factores que lo agraven. Esto conlleva suprimir, en la medida de lo posible, la ingesta de cafeína, alcohol y evaluar si puede haber otros fármacos implicados. También es recomendable examinar los niveles de hierro y ferritina y, si estuviesen bajos, corregirlos.

Referencias bibliográficas

• Guía de recursos para las personas con Síndrome de Piernas Inquietas (SPI). Texto revisado y aprobado por Allen R, Chaudhuri R, Iranzo A, Trenkwalder C. Apoyo editorial de Oxford PharmaGenesis™ Ltd. Con la colaboración de UCB Pharma S.A.

• Hernampérez Martín R, García-Borreguero D, Paniagua Soto J, et al. Síndrome de Piernas Inquietas: El demonio que me despierta cuando duermo. Asociación Española del Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), 2008.