Uno de los momentos más esperados por cualquier pareja es la hora de dormir, deseosos de compartir descanso e instantes de relax juntos. Es en este tipo de momentos cuando podemos encontrarnos con ciertas situaciones que pueden complicar la convivencia. Nuestra pareja ronca, somos de los que vamos tirando de la manta sin darnos cuenta, uno de los dos no para de moverse mientras duerme, o el otro se levanta mil y una veces para ir al baño… existen muchas situaciones que pueden dificultar la relación de convivencia, aunque casi todas tienen solución.
Lamentablemente, otras como el bruxismo, la necesidad de levantarse por la noche a comer, o el insomnio, son otras circunstancias que nos complican la convivencia nocturna con nuestra pareja. Pero, sin duda, una de las situaciones que más trabas pone al descanso en pareja es el Síndrome de Piernas Inquietas.