Recibir la noticia de que sufres una enfermedad reumática puede causarte un impacto emocional que cambie tu forma de ver la vida o de afrontar la rutina en el trabajo, con tu pareja o con la familia y los amigos.
Conviene que compartas cualquier preocupación con tu médico porque podrá orientarte sobre si necesitas apoyo psicológico o algún tipo de medicación.
También aquí las asociaciones de pacientes pueden ayudarte a compartir tus pensamientos con otras personas que ya han pasado por ese proceso. No te encierres en ti mismo: hacer saber a otras personas tus preocupaciones tiene efectos beneficiosos como encontrar solución y ver que quizá no es todo tan grave como imaginas. La experiencia de pacientes y familiares puede ser un alivio que no tendrás si decides callar tus temores por cualquier motivo.