Viajar con enfermedades reumáticas

Dado que para mantener a raya las enfermedades reumáticas es importante no abandonar la medicación, debemos aprender a viajar con el tratamiento en la maleta. Los medicamentos biológicos se deben mantener en frigorífico a una temperatura de entre 2 y 8 grados centígrados, protegidos de la luz y sin llegar a congelarse en ningún momento. De ahí que haya que extremar el cuidado para que los medicamentos no entren en contacto con el hielo de las neveras, por ejemplo.

Las bolsas térmicas que habitualmente se suministran con el tratamiento permiten guardar las jeringas o plumas precargadas durante un máximo de 15 horas a la temperatura idónea siempre que la temperatura ambiente no supere los 21 grados ni baje de 2ºC. También son aptas para mantener la temperatura del medicamento en el rango adecuado durante 4 horas de viaje a una temperatura no superior a los 30 grados.

Los concentradores de frío reutilizables deben estar en posición horizontal en el congelador hasta el momento en que vayan a utilizarse. El medicamento también deberá permanecer en el frigorífico hasta el momento en que vaya a colocarlo en la bolsa térmica.

No obstante, y dado que cada tratamiento es único, es importante que revises la información de tu medicamento para conocer las condiciones de conservación.

En el caso de que sea preciso que te vacunes de alguna enfermedad antes de viajar, consulta con tu reumatólogo ya que es posible que sólo puedas recibir vacunas que no tengan patógenos vivos. Evita espacios poco salubres, beba agua mineral embotellada y cuida la alimentación para evitar procesos infecciosos.