Prepara la consulta con tu reumatólogo

Planificar la cita con el médico puede hacer que el tiempo de consulta se haga realmente productivo e interesante. Pero cuántas veces salimos de la reunión y pensamos que se nos olvida comentar algo o consultar alguna duda. Debemos planificar convenientemente la consulta para aprovechar al máximo el tiempo que compartimos con nuestro especialista.

Puede resultar de utilidad anotar en el móvil aquellas dudas, síntomas o problemas que queremos consultar. No siempre tenemos papel a mano, pero ¿cuándo soltamos el móvil? Tenemos varias aplicaciones que nos sirven para el seguimiento del ejercicio que hacemos, del dolor que tenemos, etc., pero también las sencillas notas de voz pueden ser una herramienta útil. Un día antes de la cita, sólo tendrás que escuchar las notas de voz con tus dudas y anotar en un papel todo aquello que te ha ido surgiendo entre consulta y consulta.

Anota tus dudas y síntomas

Resumimos a continuación algunos consejos prácticos para preparar la consulta con tu especialista:

• No dejes de preguntar lo que te suscite dudas, cualquier cosa que te preocupe. Confía en tu especialista para que la comunicación entre ambos sea fluida y sin límites.

• Si no entiendes algo que te ha explicado, pregunta hasta que lo entiendas bien. Los médicos hablan de forma muy técnica en ocasiones y necesitas información clara sobre la enfermedad y el tratamiento.

No tengas miedo a formular preguntas o a expresar tus dudas sobre la enfermedad o los tratamientos. Es más, si comentas aquello que te da miedo, enseguida verás que ese miedo desaparece.

• En los días previos a la consulta, apunta tus dudas. Aprovecha los días anteriores para identificar pensamientos negativos a fin de neutralizarlos o compartirlos con tu especialista en reumatología.

• Durante la consulta, practica ejercicios de respiración y otros métodos para manejar el estrés que pueda producirte. Lleva las dudas anotadas para que no se te olvide hacer ninguna pregunta que aclare tus dudas.

Apunta las respuestas cuando salgas de la consulta, para no olvidarlas.

Te dejamos unos sencillos consejos para que no olvides ningún aspecto a tratar a la hora de hablar con tu especialista:

  • Cualquier cambio en los patrones de dolor, rigidez, etc: si hay actividades que te mejoran o empeoran, cambios en los ritmos horarios, en tu estado general, fenómenos meteorológicos que te afectan… anótalos.

  • Diario de actividad física: las aplicaciones que tienen nuestros smartphones son muy útiles para saber cuántos pasos hemos dado, cuántos pisos hemos subido o cuántos kilómetros hemos andado y en cuánto tiempo. También puedes utilizar un podómetro si no te gusta hacer deporte con el móvil a cuestas.

  • Cualquier otra enfermedad que hayas padecido en el tiempo entre consultas: gripe, resfriados, una torcedura, etc.

  • Anota las variaciones que hayas detectado** en tu estado de ánimo o si ves que te apetece salir menos a la calle, quedar con amigos, etc.

  • Dudas: hay temas que muchas personas sienten pudor de plantear, y están relacionadas normalmente con la vida sexual y la maternidad o paternidad. No dudes, pregunta.

  • Miedos y bulos: todos los días vemos noticias sobre salud, o vemos en internet alguna noticia sobre avances, pseudoterapias, etc. Consulta con tu médico aquello que te preocupa porque lo más probable es que no haya motivo de preocupación o temor. Tú te quedarás tranquilo y el médico valorará tu interés y te considerará un paciente activo e informado.

Hay algunos casos en los que es muy importante que consultes a tu reumatólogo aunque no lo hayas programado con anterioridad:

Si vas a viajar a países exóticos: consulta qué vacunas puedes ponerte y cuáles no, ya que las que están hechas a base de virus vivos no deben administrarse a pacientes inmunodeprimidos.

• Ante una infección fuerte o una gripe, puede que haya que interrumpir momentáneamente tu tratamiento para lograr tu recuperación lo antes posible.

Quieres tener un hijo: consulta con tiempo esta decisión con tu especialista para que podáis modificar la medicación si fuera necesario, para garantizar la seguridad del bebé y mantener controlada la enfermedad reumática.

Tratamientos para otras enfermedades, aunque sean totalmente ajenas a la enfermedad reumática. Tu especialista en reumatología puede valorar las posibles interacciones entre distintos medicamentos y evitar así que sean ineficaces o que provoquen efectos secundarios indeseados.

• Si vas a someterte a una intervención quirúrgica, informa a tu especialista para que pueda modificar, si es preciso, el tratamiento que tengas pautado.

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