El primer contacto con la enfermedad reumática está lleno de incertidumbres, prejuicios, miedos y preocupación. También la soledad, si no sabes que existen multitud de asociaciones de pacientes. Encuentra la más cercana a tu lugar de residencia y participa de las actividades que organizan para dar visibilidad a la enfermedad, desarrollar capacidades y habilidades nuevas, etc. Allí conocerás a personas que han pasado por lo mismo que tú y que podrán informarte y escucharte. Seguro que tú también podrás aportar tu propia experiencia y enriquecer a otros pacientes.