Los medicamentos biológicos deben administrarse por vía intravenosa (en hospital) o bien por vía subcutánea, mediante pequeñas inyecciones bajo la piel o con una pluma precargada.
Antes del inicio del tratamiento con medicamentos biológicos, es necesario descartar la presencia de enfermedades importantes e infecciones activas. Por este motivo es posible que le realicen distintas pruebas (rayos X, análisis, etc.) o bien que se tenga que vacunar para evitar algunas infecciones.