Preguntas frecuentes sobre enfermedades reumáticas

¿Artritis y artrosis son lo mismo?

Son enfermedades diferentes por completo que sólo tienen en común que son crónicas, afectan a las articulaciones y que el nombre se parece mucho. Pero fuera de eso, son muy distinta. Te dejamos en la siguiente tabla algunas características que te ayudarán a diferenciarlas. Los tratamientos de ambas enfermedades son diferentes, aunque para ambas se utilizan los antinflamatorios.

Para un diagnóstico correcto, tendrás que acudir al médico y recuerda que un diagnóstico precoz garantiza una mejor evolución de la enfermedad, en el caso de una artritis reumatoide.

Me han recomendado un suplemento nutricional para mejorar las articulaciones, ¿debo tomarlo?

No deberías tomar nada sin consultar con tu especialista. Y lo más importante: ningún suplemento puede sustituir el tratamiento que sigues para la enfermedad reumática. Cuenta con que muchos de estos suplementos se etiquetan como remedios tradicionales o medicina natural y no todo lo que lleva esa etiqueta es realmente natural. En caso de duda, siempre debes consultar a los especialistas que te atienden.

¿Existe cura para las enfermedades reumáticas?

Por el momento, se consideran enfermedades crónicas, aunque con la medicación existente y gracias al diagnóstico precoz, se puede lograr la remisión (desaparición de síntomas y de los daños que causan en las articulaciones) en numerosos pacientes.

¿A qué especialista debo consultar?

Especialistas en reumatología son los indicados para tratar enfermedades reumáticas inflamatorias. Al tratarse de una enfermedad sistémica, que afecta a otros órganos, es posible que te remita además a especialistas de pulmón, corazón, intestino, ojos, mucosas, etc.

¿Qué es una enfermedad autoinmune?

El cuerpo tiene varios modos en los que se defiende de agresiones internas de forma natural, para evitar que esas agresiones puedan provocar alguna infección causada por virus o bacterias.

Si decimos que las enfermedades reumáticas son autoinmunes es porque se originan cuando esos mecanismos de nuestro cuerpo para defendernos de agresiones externas se “descontrolan” y empiezan a atacar órganos sanos de nuestro cuerpo como este fuera el agresor. Esa reacción anómala provoca daños en las articulaciones en el caso de las enfermedades reumáticas como la artritis, la espondiloartritis o la artritis psoriásica. Pero también son autoinmunes otras enfermedades no relacionadas con las articulaciones como la colitis ulcerosa o el lupus.

¿Es hereditario?

Las enfermedades reumáticas autoinmunes tienen un componente hereditario, pero tener antecedentes familiares no basta para desarrollar la enfermedad. Hay factores como el estilo de vida, los hábitos poco saludables como el alcohol, el tabaco o el sedentarismo, que pueden ser más decisivos que los genes.

¿Qué es un brote?

Las enfermedades reumáticas evolucionan en brotes, que son periodos en los que los síntomas de la enfermedad se vuelven más evidentes: mayor dolor o inflamación, más fatiga o mayor rigidez matutina. En estos momentos, lo mejor es reposo para las articulaciones afectadas y antiinflamatorios. Es bueno que hables con tu especialista sobre cómo actuar, y que vayas tomando nota de cuándo aparecen esos brotes para intentar evitar las acciones que contribuyen a desencadenarlos.

En el caso de la artritis psoriásica, podrías presentar un brote de psoriasis o de artritis o ambos al mismo tiempo. No siempre las lesiones cutáneas y las articulares coexisten y evolucionan de igual manera.

¿Puedo abandonar el tratamiento con la enfermedad en remisión?

La desaparición completa de los síntomas puede confirmarla tu especialista con diversas pruebas, y será quien te indique si puedes dejar de tomar la medicación indicada. Nunca abandones el tratamiento sin supervisión médica porque esto podría causar nuevos daños. Tampoco debes automedicarte, y lo ideal es informar a tu especialista de si estás tomando medicamentos para cualquier otra enfermedad.

¿Cómo puedo contactar con las asociaciones de pacientes?

En la Coordinadora Nacional de Artritis reumatoide ConArtritis (902 013 497 – 91 535 21 41 – 644 00 77 18) estarán encantados de atenderte, y también puedes encontrar distintas formas de contacto y más información en la web: https://www.conartritis.org.

En la web de la Liga Reumatológica Española (LIRE) también puedes encontrar información útil y contrastada. https://www.lire.es.

Visita también nuestro listado de Asociaciones de pacientes.

Me han dicho que mi enfermedad reumática empeora con el estrés, ¿Qué puedo hacer para controlarlo?

Ejercicios de relajación, mindfulness, yoga, taichí, ejercicios de respiración consciente, etc., nos ayudan a gestionar situaciones estresantes. Además, hacer ejercicio de forma regular y mantener el contacto con nuestros seres queridos ayuda a que nos encontremos mejor preparados para afrontar situaciones estresantes.

Tengo psoriasis pero no artritis, ¿Debo esperar que antes o después tendré daño articular? ¿Qué puedo hacer para evitarlo?

Parte de los pacientes de psoriasis (entre el 10% y el 30%) pueden desarrollar alguna enfermedad reumática a lo largo de la vida. Entre los pacientes de psoriasis, es relativamente frecuente (5%) la inflamación de cuello y espalda (espondiloartritis). No dudes en comentar con tu especialista cualquier preocupación al respecto para programar las pruebas médicas para detectar a tiempo cualquier signo de enfermedad reumática. Detectarlo a tiempo es fundamental para evitar daños articulares irreparables.

¿Es incurable la artritis psoriásica?

Es una enfermedad crónica, pero se pueden aplicar tratamientos que consiguen elevadas tasas de remisión (desaparición de los síntomas) y, en todo caso, evitan el avance de la enfermedad.

La artritis psoriásica ¿Sólo se manifiesta en la piel y las articulaciones?**

Además de las articulaciones y la piel, la artritis psoriásica puede presentarse con otros síntomas como:

• Hinchazón de dedos en manos y pies, los dedos salchicha que pueden hacer pensar en que nos hayamos dado un golpe.

• Dolores por todo el cuerpo, sobre todo en tendones y donde se unen estos con el hueso como las muñecas, los talones y los codos.

• Lumbalgia, dolor en los glúteos o en la zona del esternón.

• Dolor o inflamación en los ojos (en uno o en ambos), llamada uveítis.

• Dolor abdominal, diarrea o pérdida de peso que pueden estar relacionados con la enfermedad inflamatoria intestinal.

¿En qué se diferencia la artritis psoriásica de la artritis reumatoide

Además de las manifestaciones cutáneas, en el caso de la artritis psoriásica los síntomas articulares pueden estar más cerca de la espondilitis que de la artritis reumatoide. Y también puede ser más invalidante si no se trata con rapidez, y de ahí que sea tan importante la detección precoz. No dudes en acudir a tu especialista si notas síntomas de inflamación en las articulaciones.

¿Qué precauciones debo tomar si salgo de viaje o me voy a vacunar por cualquier motivo?

Los tratamientos contra las enfermedades reumáticas pueden hacer que, momentáneamente, seas lo que conocemos como “paciente inmunodeprimido”, y por lo tanto, deberás someterte a un calendario de vacunas específico. Sin embargo, están desaconsejadas las vacunas basadas en virus atenuados, como las que se suelen administrar antes de visitar países tropicales, o también las de la parotiditis, rubéola o sarampión. Consulta con tu especialista en reumatología antes de viajar o vacunarte para que te indique qué precauciones debes tener en cuenta.

¿Cómo distinguir los distintos tipos de espondilitis?

Aquellas enfermedades reumáticas que se caracterizan por la inflamación de articulaciones de las vértebras, las sacroilíacas (cerca de las nalgas), o las entesis (donde se unen tendón, hueso y músculo) se llaman espondiloartritis. Según afecten a una zona u otra, reciben un “apellido”: la espondiloartritis de predominio axial afecta a las vértebras, y la de predominio periférico (y aquí se incluyen la artritis psoriásica, la artritis reactiva y la asociada a enfermedad inflamatoria intestinal) suele afectar a otras zonas más alejadas del eje central del cuerpo, la columna vertebral. Además pueden aparecer espondiloartritis con predominio axial pero con manifestaciones periféricas, por ejemplo, en manos y piernas (si sólo afecta a estas extremidades, hablamos de espondiloartritis periférica). Además, puede ser espondiloartritis axial no radiográfica, que es aquella que no puede verse en radiografías porque aún las articulaciones no presentan osificación. Sin embargo, la espondilitis anquilosante provoca la pérdida de movimiento en la columna por la osificación, y por eso sí es visible en radiografías.

¿Es recomendable el uso de fajas para inmovilizar la columna?

Nunca se debe utilizar un elemento ortopédico que sin que lo haya pautado un especialista, tu reumatólogo o tu fisioterapeuta. Y si tienes espondiloartritis, inmovilizar la columna con una faja por ejemplo puede contribuir al anquilosamiento de las articulaciones.

¿Es posible que mi espondilitis no salga en radiografías?

De ahí el nombre de “no radiográfica” para muchas espondiloartritis. Si se detecta la enfermedad a tiempo, es decir, antes de que aparezca en las radiografías, eso permitirá que un tratamiento precoz (medicación, ejercicio, fisioterapia) evite esos daños irreversibles que son fruto de la osificación, fruto a su vez de la inflamación. Pruebas como las ecografías, las resonancias y otras pruebas diagnósticas como los análisis genéticos y de sangre sirven para detectarla antes.

¿Quién puede diagnosticar una espondiloartritis o una espondilitis anquilosante?

Especialistas en reumatología son los profesionales que están más entrenados para poder diagnosticar enfermedades reumáticas como las espondiloartritis. Ante cualquier molestia que coincida con el patrón de las enfermedades reumáticas, no dudes en acudir a estos especialistas y comentárselo a tu médico de cabecera para que te oriente al respecto. Es posible que te sorprendan preguntas sobre aspectos que en principio nada tienen que ver con tus dolores de espalda o de hombros: es porque las enfermedades reumáticas pueden presentar síntomas en otros órganos.