Las mujeres tienen tres veces más riesgo que los varones de sufrir algunas enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide. Es una enfermedad que puede afectar a la imagen corporal y la autoestima, y además afecta a cómo las mujeres –que son las que más horas dedican a cuidar de los demás- se ven en el futuro, ya que temen por su capacidad de cuidar de sí mismas y cuidar de otros miembros de su familia.
Por otra parte, existen estudios que muestran cómo algunas enfermedades reumáticas no tienen los mismos síntomas en hombres que en mujeres, y esto puede llevar a que se les diagnostiquen más tarde en ocasiones cuando les afectan a ellas. Esto perjudica el acceso de las mujeres a la detección precoz y a un tratamiento adecuado.