Hacer ejercicio suave o moderado mejora mucho los síntomas de las enfermedades reumáticas: reduce el dolor de las articulaciones y la rigidez, fortalece músculos y ligamentos y mejora la percepción del paciente sobre sus propias capacidades, además de mejorar el ánimo en general, ¡tengas o no tengas enfermedad reumática!
Se recomiendan ejercicios y deportes suaves y que no sean de contacto. Por ejemplo, el fútbol, el baloncesto o el esquí no serían idóneos, y sí en cambio caminar a buen ritmo, la marcha nórdica, el ciclismo, así como la natación y cualquier otro deporte que se practique en el agua. En la espondiloartritis, la natación está especialmente indicada, ya que ayuda a contrarrestar la posible curvatura de la espalda y facilita que los pulmones mantengan su plena capacidad para expandirse.