Antes de nada, recuerda que con enfermedades reumáticas es posible que tardes un poco más en quedarte embarazada, y que, con la edad, disminuye la fertilidad aunque siempre puedes recurrir a técnicas de reproducción asistida y/o conservación de ovocitos. Ten también en cuenta que, cuanto más controlada tengas la enfermedad, menos problemas tendrás para quedarte embarazada: hay estudios que demuestran que cuando la enfermedad permanece estabilizada, 3 de cada 4 mujeres logran quedarse embarazadas durante los primeros doce meses, más o menos como la población sana. Así que, desde el principio, lo mejor es que te informes sobre los tratamientos disponibles que pueden ser compatibles con la búsqueda y desarrollo de un futuro embarazo. Así, cuando decidas dar el paso, no tendrás apenas que cambiar de medicación.
Habla siempre con el especialista para planificar bien el embarazo porque, con muchos medicamentos, existe un “periodo de lavado” en el que no deberías quedarte embarazada, aunque hayas suspendido el tratamiento, ya que el organismo tarda en deshacerse completamente de los restos de fármacos que puedan quedar en él.