Mitos y realidades de la espondiloartritis axial

espondiloartritis axial

Como en el caso de otras enfermedades inflamatorias crónicas, la espondiloartritis axial no se libra de determinados mitos que, con el tiempo, han calado en la cultura popular. Se trata de afirmaciones no siempre ciertas, cuando no definitivamente falsas. Algunas de las más frecuentes son estas:

  • Tú lo que tienes es reúma: FALSO. El reuma no existe. Existen las enfermedades reumáticas que pueden ser de muy distinto tipo.

  • La enfermedad avanza hasta la invalidez: FALSO. Si sigues los tratamientos actualmente disponibles (que no existían hace apenas unos años), enfocados en detener el avance de la enfermedad y eliminar los síntomas, nada de eso va a ocurrir.

  • No podrás hacer deporte y tendrás que guardar reposo: FALSO. La actividad física es fundamental para mantener la enfermedad a raya. De hecho, lo mejor es todo lo contrario, movilizar las articulaciones para evitar daños permanentes. Sólo se recomienda cierto reposo durante los brotes de la enfermedad.

  • La espondiloartritis no tiene curación: CIERTO, es una enfermedad crónica. Por ahora se considera que es una enfermedad crónica, como otras muchas de origen autoinmune. Un diagnóstico precoz que permita un acceso rápido a tratamiento es la mejor garantía de que podrás mantener tu calidad de vida y tu actividad sin problemas.

  • No puedes tener hijos. FALSO. Es importante planificar bien la maternidad y la paternidad para evitar que los tratamientos afecten a tu hijo, pero hoy día existen medicamentos compatibles con el embarazo y la lactancia. Habla con tu especialista para que la medicación se adapte a cada momento.

  • La enfermedad sólo afecta a tu espalda: FALSO. No sólo puede afectar a articulaciones periféricas (hombros, rodillas, muñecas, etc.), sino que al tratarse de una enfermedad sistémica, puede causar daños en los ojos (uveítis), en el intestino (enfermedad inflamatoria intestinal), o en la piel (psoriasis).

  • Es una enfermedad hereditaria, la tendrán tus hijos: FALSO. No es cierto que esto sea así. Hay un componente hereditario, pero, como desencadenantes de la enfermedad, normalmente tenemos otros factores, como un estilo de vida poco saludable (alcohol, tabaco, estrés).