La Dr. Mireia López, perteneciente a la unidad de reumatología pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, nos habla sobre los beneficios de la consulta de reumatología en la transición entre pacientes jóvenes a adultos.

Unidades y proceso de transición

La adolescencia es un periodo vital para los pacientes con enfermedades reumáticas de inicio en la infancia.

Durante esta etapa es importante guiar a los pacientes y a sus familiares con el fin de establecer una participación activa en el cuidado de su salud, evitando conductas de riesgo y favoreciendo que dichos pacientes se conviertan en unos adultos independientes.

Debemos recordar que la patología reumática en la adolescencia supone casi la tercera causa más frecuente de consulta en atención primaria a estas edades y una tercera parte de los pacientes con artritis idiopática juvenil y lupus van a debutar en la adolescencia.

Además, la mitad de los pacientes con patologías reumáticas en edad adolescente entran en la edad adulta con la enfermedad activa o pueden desarrollar brotes durante esta etapa.

Por tanto, el proceso de transición es fundamental llevarlo a cabo con una buena vinculación con los profesionales que se dedican a atender estas patologías. .

¿Cómo definimos la transición?

La transición es un proceso de preparación, adaptación e integración paulatina por el cual un paciente joven con una patología crónica y su familia, desarrollan las habilidades necesarias para su autocuidado.

Aunque hoy en día no existe un tipo de modelo válido, en las experiencias reportadas se suelen iniciar a los 14 años, para que a los 18 años el paciente ya esté integrado en la unidad de adultos.

Habilidades son las que se evalúan y se recomiendan para iniciar un proceso de transición:

• El paciente debe ser autónomo en todas sus facetas. Por ejemplo, que sea capaz de asistir las consultas médicas sin presencia de los padres, concertar citas o tomar decisiones sobre sus tratamientos.
• Debe tener la capacidad de administrar los fármacos de manera autónoma y que tenga una correcta adherencia al tratamiento en las revisiones médicas.
• Ser capaz de manejar la fatiga y el dolor.
• Tener una correcta comunicación con los profesionales sanitarios, así como con sus familiares y amigos.
• Y, por último, que tenga la capacidad de manejar el estrés y las emociones.

¿Por qué es importante el proceso de transición?

Como conclusiones, cabe recordar que la transición es un proceso muy complejo y los pacientes con necesidades especiales con atención en la salud corren el riesgo de empeorar y de interrumpir su atención.

El manejo a largo plazo de adultos con artritis idiopática juvenil es un proceso desafiante, para el que tanto los médicos reumatólogos pediátricos como de adultos deben estar preparados para la gran variedad de problemas que pueden surgir durante esta etapa, tales como las diferentes comorbilidades relacionadas con la enfermedad, la salud sexual y reproductiva.

Por ello, es fundamental la implantación de unidades de transición, ya que va a suponer una mejora en los pacientes para que estos se conviertan en un adulto independiente.