La artritis psoriásica es una enfermedad articular crónica que afecta aproximadamente al 10% de los pacientes con psoriasis. El inicio de la enfermedad se suele dar entre los 30 y los 50 años y aunque tiene un fuerte componente genético, existen otros factores que facilitan el desarrollo de la enfermedad.

Características de la artritis psoriásica

Esta enfermedad es muy heterogénea, se presenta de formas muy distintas y cada caso se debe observar y valorar individualmente. Existen muchos perfiles de pacientes diferentes debido a las distintas afectaciones que existen.

Sin embargo, hay una serie de características que se asocian con la artritis psoriásica según el órgano afectado:

• A nivel articular: molestias e inflamación de manos, pies, tobillos, rodillas…
• A nivel axial: en la zona de la columna, cuello, columna dorsal, columna lumbar…
• A nivel de la entesis (en la unión entre el tendón o el ligamento al hueso).
• A nivel de los dedos, se produce dactilitis (inflamación difusa de los dedos de las manos o de los pies, conocida también como dedos de salchicha).
• A nivel de la piel y de las uñas.

Una de las características más conocidas es la aparición de placas de piel enrojecida bien delimitadas, pero, ¿todos los pacientes que tienen artritis psoriásica tienen afectación de la piel? Aunque son la mayoría, no todos los pacientes la padecen. También existe un porcentaje de pacientes que no manifiesta afectación cutánea a lo largo de su enfermedad, pero sí alguno de sus familiares.

Síntomas de la artritis psoriásica

¿Qué síntomas debería consultar un paciente con psoriasis?

• Dolor articular e inflamación, sobre todo en manos, pies, codos, rodillas, tobillos…
• Dolor lumbar, especialmente el dolor lumbar inflamatorio. Este dolor de predominio nocturno y que se suele presentar con rigidez por las mañanas, mejora con antiinflamatorios y ejercicio físico. Esto contrasta con el dolor de tipo mecánico que puede darse en una artrosis o una discopatía, donde el paciente se encuentra mejor en reposo.
• Dactilitis.
• Entesitis: la más frecuente se suele dar en el talón. Es decir, un dolor crónico en el talón aconseja consultar con un especialista, aunque también puede producirse en otras partes del cuerpo.
• Dolor, enrojecimiento ocular, sensibilidad a la luz.
• Alteraciones en el hábito intestinal alternando estreñimiento con diarrea.

Estos síntomas se asocian a otras enfermedades que tienen cierto componente genético común con la psoriasis. Sin embargo, es posible padecer esos síntomas sin tener artritis psoriásica. Por ejemplo, los pacientes que presentan dolor articular podrían padecer una enfermedad degenerativa como la artrosis, o una dactilitis podría estar causada por gota, etc.

¿Cómo detectar la artritis psoriásica?

Padecer alguno de los síntomas antes mencionados es una señal de alarma y un punto de partida a tener en cuenta por los médicos, pero para poder diagnosticar adecuadamente la artritis psoriásica será necesaria más información:

• Por parte del paciente: describir claramente cómo es el dolor que se está sintiendo.
• Analíticas completas (con hemograma, bioquímica, reactantes de fase aguda, que son los marcadores de inflamación, auto-anticuerpos, etc) que ayudarían a hacer un diagnóstico diferencial.
• Radiografías de manos, pies, columna lumbar, cervical… dependiendo de los síntomas del paciente. En casos en los que el dolor es típico inflamatorio pero las radiografías son normales, se podrá solicitar una resonancia para comprobar si el daño es precoz y aún no es visible al nivel de una radiografía.

Todo esto debe ir unido a una exploración física adecuada por parte del médico y es muy importante para esta patología que exista plena colaboración entre los distintos especialistas (en este caso, dermatología y reumatología) para un diagnóstico precozy el seguimiento estrecho de los tratamientos y así mejorar el pronóstico de la enfermedad.

Referencias:

Luis Gómez-Lechón Quirós. Reumatólogo.