En cuanto a las escalas de medición de la propia enfermedad, los médicos suelen utilizar escalas como PASI, BSA, PGA o DLQI que cuantifican la severidad de la psoriasis, la extensión, la infiltración, la descamación e intensidad de la rojez de las lesiones. También existen medidas para cuantificar localizaciones especiales como las que se dan en las palmas de las manos y los pies o aquellas que aparecen en el cuero cabelludo. A partir de ahí, los expertos podrán calificar la psoriasis como leve, moderada o grave.