La psoriasis constituye una carga física, emocional y social importante para quienes la padecen, lo que puede afectar a la calidad de vida de los pacientes y su entorno más cercano. Los pacientes de psoriasis experimentan con frecuencia un sufrimiento significativo causado por estrés psicológico, algo que termina afectando a las personas más cercanas.
Los familiares y amigos de una persona con psoriasis también necesitan información y apoyo. Quizás de forma distinta, pero lo necesitan ya que tienen miedos y buscan información para saber cómo actuar con la persona diagnosticada de psoriasis. Ahí la información veraz y contrastada juega un papel importante para que no haya lugar para las dudas, los bulos o los prejuicios.
Como paciente, debes vencer la tentación de aislarte de tu entorno. Aprende a manifestar de forma fluida tus sentimientos, escucha también los de los demás, las preocupaciones de tus hijos, de tu pareja o de tu entorno social. Existen asociaciones de pacientes que te ayudarán a ti y a todos los que te rodean a la hora de encontrar ese espacio de diálogo y de información para afrontar entre todos un diagnóstico de cualquier enfermedad.
El estrés psicológico del paciente, el estigma social arraigado que invita a muchos pacientes a evitar la vida social o la angustia por no saber cuándo aparecerá un nuevo brote hace que los sentimientos de los pacientes se trasladen a su entorno más cercano.