Tratamientos convencionales de la psoriasis

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Para tratar la psoriasis, como en cualquier enfermedad, es importante tratar de mantener unos hábitos de vida saludables, porque nos ayudarán a manejar mejor la afección. En este sentido, es recomendable una alimentación sin excesos y mantener un peso adecuado, aspectos que harán que mejore la clínica de la psoriasis y, a su vez, que los tratamientos sean más efectivos.

En la psoriasis, además, es importante no fumar ya que se ha demostrado que empeora la severidad de la enfermedad. Otro aspecto importante es el control del estrés ya que es uno de los principales desencadenantes de los brotes e influye, también, en la efectividad de los tratamientos.

Centrándonos en los tratamientos propiamente dichos, existe una amplia variedad. Elegir uno u otro dependerá de la gravedad de cada caso y de tu estilo de vida. En un escenario ideal, la psoriasis se diagnostica en una etapa temprana de su desarrollo, y hace que el tratamiento sea más fácil y pueda frenar o ralentizar el avance de la enfermedad. Las siguientes terapias se pueden aplicar de forma combinada si es necesario, y pueden utilizarse de forma simultánea o sucesiva, siempre bajo vigilancia regular de tu especialista en Dermatología.

Es muy importante que un médico fije, supervise y evalúe la aplicación de cualquier tratamiento. Tan importante como que tú, como paciente, sigas sus instrucciones y le traslades cualquier duda y cualquier síntoma nuevo, mejora, empeoramiento, etcétera, todo aquello que te llame la atención.

Tratamientos tópicos

El tratamiento de la psoriasis se debe abordar como un tratamiento paso a paso. Existen varios tipos de tratamientos de la psoriasis y estos variarán en función de la localización de la psoriasis, el tipo de lesión, la rapidez de la respuesta esperada, la edad y sexo del paciente, la medicación que ya esté utilizando u otras enfermedades que ya padezca.

En los casos más leves de psoriasis, el primer paso o punto de partida son los tratamientos tópicos (los que se aplican sobre la piel en las zonas afectadas). Se utilizan en el 70% o el 80% de los casos como único tratamiento. Las terapias tópicas suelen ser el punto de partida del tratamiento. Entre ellos, encontramos:

corticoides psoriasis

Cremas y otras aplicaciones como champús o geles a base de:

  • Corticosteroides. uno de los tratamientos tópicos más utilizados, en especial para la psoriasis en el cuero cabelludo. Se pueden utilizar, incluso, en el embarazo.

  • Derivados de la vitamina D, retinoides o salicílicos.

  • Combinaciones de ambos. Si asociamos un corticoide a un retinoide o a un salicílico estamos evitando la inflamación y disminuyendo el grosor de la placa.

  • Inmunomoduladores como los inhibidores tópicos de la calcineurina (especialmente para la cara y zonas con pliegues ya que las placas no tienen demasiado grosor y no correremos el riesgo de atrofiar una piel tan visible).

Fototerapia

fototerapia

La fototerapia es muy utilizada en el tratamiento de los casos de psoriasis más extensos; se basan en la exposición a dos posibles tipos de luz ultravioleta. Estos dos tipos son: radiación UVB de banda estrecha y UVA que puede también realizarse en forma de fotoquimioterapia (PUVA: psoraleno + radiación UVA). La radiación UVB de banda estrecha se suele utilizar en casos de moderados a severos, normalmente aquellos con gran extensión de las lesiones de psoriasis. En muchas formas de psoriasis, la helioterapia controlada o la radiación UVB de banda estrecha o UVA, puede ser un tratamiento complementario al tópico.

Estos tratamientos tienen la ventaja de ser fáciles de usar y los pacientes pueden incorporarlos fácilmente a sus rutinas diarias.