Para tratar la psoriasis, como en cualquier enfermedad, es importante tratar de mantener unos hábitos de vida saludables, porque nos ayudarán a manejar mejor la afección. En este sentido, es recomendable una alimentación sin excesos y mantener un peso adecuado, aspectos que harán que mejore la clínica de la psoriasis y, a su vez, que los tratamientos sean más efectivos.
En la psoriasis, además, es importante no fumar ya que se ha demostrado que empeora la severidad de la enfermedad. Otro aspecto importante es el control del estrés ya que es uno de los principales desencadenantes de los brotes e influye, también, en la efectividad de los tratamientos.
Centrándonos en los tratamientos propiamente dichos, existe una amplia variedad. Elegir uno u otro dependerá de la gravedad de cada caso y de tu estilo de vida. En un escenario ideal, la psoriasis se diagnostica en una etapa temprana de su desarrollo, y hace que el tratamiento sea más fácil y pueda frenar o ralentizar el avance de la enfermedad. Las siguientes terapias se pueden aplicar de forma combinada si es necesario, y pueden utilizarse de forma simultánea o sucesiva, siempre bajo vigilancia regular de tu especialista en Dermatología.
Es muy importante que un médico fije, supervise y evalúe la aplicación de cualquier tratamiento. Tan importante como que tú, como paciente, sigas sus instrucciones y le traslades cualquier duda y cualquier síntoma nuevo, mejora, empeoramiento, etcétera, todo aquello que te llame la atención.