En definitiva y a modo de precaución, los dermatólogos deberían estar atentos a los efectos que potencialmente podría causar la COVID-19 en pacientes con psoriasis en el curso de un tratamiento inmunosupresor o inmunomodulador. Ante cualquier duda es recomendable consultar con el especialista, ya sea en persona o de forma telemática, evitando siempre las decisiones unilaterales.
En el caso de que un paciente con psoriasis se diagnostique de COVID-19, según señala el Grupo de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), se recomienda suspender o posponer la administración de medicamentos inmunosupresores (incluyendo biológicos) durante el periodo de actividad de la enfermedad y hasta confirmar la curación.