Disfunción urinaria y párkinson
En la enfermedad de Parkinson pueden darse problemas de incontinencia urinaria, dificultad para orinar e incluso la retención de la misma. Esto se une a que, en los varones a partir de los 50 años, los problemas prostáticos son frecuentes.
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina y puede ser de esfuerzo (después de un ejercicio o esfuerzo), de urgencia (relacionada con unas ganas imperiosas de orinar y con la sensación de que no llegan a tiempo al aseo) o mixta (combinación de ambas).
Las personas con párkinson suelen quejarse de un deseo repentino e incontrolable de orinar, que les hace ir al aseo más de 10 veces al día (no pudiendo aguantar más de 2-3 horas sin orinar), y de nicturia (necesidad de levantarse varias veces en la noche), lo que les supone además un problema en el descanso nocturno.
Recomendaciones para controlar la incontinencia urinaria
Ir al aseo de forma programada a orinar, y no aguantar hasta el último momento.
Usar ropa fácil de desabrochar.
Evitar o limitar líquidos y excitantes a partir de la tarde, orinando antes de acostarse y nada más levantarse por la mañana.
Controlar el estreñimiento y el exceso de peso.
Evitar situaciones que generen deseo de orinar (escuchar ruido de agua correr…) e intentar distraerse con otra actividad (lectura, juegos, pasatiempos…).
Intentar ir lentamente al baño, controlando el deseo de orinar respirando profundamente y contrayendo y relajando repetidamente la musculatura pélvica para reducir o eliminar la sensación de urgencia.
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