Otro problema asociado son los trastornos del control de impulsos que se manifiestan con un deseo irrefrenable de consumir una sustancia o llevar a cabo una determinada conducta que pueden llegar a ser muy graves.
Se estima que afectan al 15% de las personas con párkinson, pueden ser producidos en parte por la medicación que se toma para tratar los síntomas de la enfermedad, y suelen estar relacionados con problemas como la ludopatía, las compras compulsivas, la hipersexualidad, la necesidad de acumular cosas u otras adicciones. Este problema se ha relacionado con el uso de algunos medicamentos y suele darse en personas jóvenes que no tienen deterioro cognitivo. Es importante detectarlos pronto y reducir o suspender el fármaco/s que pueda/n estar provocándolos.