Alimentación en personas con párkinson
Los inconvenientes con la alimentación abarcan desde problemas motores a complicaciones para tragar, problemas gástricos o, incluso anímicos. Las peculiaridades de la enfermedad de Parkinson y de los tratamientos hacen que el afectado salga de la consulta del neurólogo/a sabiendo qué alimentos debe comer, cómo los debe de cocinar y cuándo los debe ingerir para evitar molestias y mejorar la absorción de los medicamentos.
Problemas de nutrición asociados al párkinson
Desequilibrio nutricional: Se trata de una complicación que puede surgir a raíz del trastorno de control de impulsos, que puede surgir como un efecto secundario de algunos medicamentos, y que puede afectar a la necesidad de comer de forma continuada. Para contrarrestarlo es preciso diseñar una dieta adecuada a su situación y gasto energético, mantener una buena hidratación y realizar ejercicio de forma adecuada.
Disfagia: La disfagia es la dificultad de tragar y es un problema común en las etapas más avanzadas del párkinson. Puede ser tanto a líquidos como a sólidos. Este problema se puede ver mejorado con una buena adherencia al tratamiento y con terapias de logopedia encaminadas a minimizar y aliviar el riesgo de atragantamiento y aspiración. Cuando la disfagia se produce con líquidos, la situación puede mejorar espesándolos. En relación con la disfagia, el afectado puede experimentar complicaciones con la deglución de los alimentos y riesgo de aspiración por lo que se recomienda que un buen entrenamiento en diversas técnicas que ayuden a mejorar la forma de ingerir alimentos.
Estreñimiento: Es otro problema frecuente en las personas con párkinson e, incluso, puede surgir años antes de aparecer los síntomas motores en la persona.
Exceso de salivación o sialorrea: Suele ocurrir también en etapas avanzadas de la enfermedad y se puede corregir con rutinas, una postura erguida u otras soluciones como tratamiento con toxina botulínica. Es importante consultar estas complicaciones con el neurólogo/a y los profesionales de enfermería de la Unidad de Trastornos del Movimiento.
Recomendaciones para personas con párkinson
La dieta debe ajustarse a las necesidades nutricionales de cada persona incluyendo alimentos que le gusten a la persona, restringiendo aquellas que puedan conllevar complicaciones y evitando los estimulantes.
Si el afectado está tomando levodopa es esencial que se tenga en cuenta prevenir las náuseas no tomar medicación con el estómago vacío (tomar con alimento seco tipo galleta salada o trozo de pan); por otro lado, evitar bebidas calientes, comidas grasas e intentar dejar alimentos con mayor contenido proteico en la cena porque pueden hacer que disminuya la absorción de levodopa.
La dieta debe distribuirse en 4 o 5 comidas diarias de pequeñas cantidades cada una.
La buena hidratación es fundamental (no solo de las bebidas, sino de los líquidos de las frutas, las verduras o las sopas) para evitar ciertos problemas gástricos, entre ellos el estreñimiento para el que también se recomienda aumentar la ingesta de fibra.
Hay que evitar la sobre-ingesta de alimentos que se produce en algunas personas con párkinson que sufren ansiedad o trastornos compulsivos.
Favorecer la máxima autonomía de la persona con utensilios adaptados, y en un clima tranquilo y cómodo, sin prisas ni presiones.
Aprender técnicas de preparación de comidas y de manera de comer para evitar o mejorar la disfagia.
En el caso de disfagia a líquidos, beber pequeños sorbos inclinando la cabeza hacia delante antes de tragar. Si fuera necesario, usar espesantes. En el caso de disfagia a sólidos, evitar alimentos duros o que no formen bolo al masticarlos eligiendo alimentos con textura homogénea y de fácil masticación. Si fuera preciso, tomar la dieta triturada. En casos muy avanzados valorar alimentación por sonda a través de PEG (Gastrostomía percutánea).
Mantener una higiene adecuada de la boca.
RECETAS para personas con párkinson
Para facilitar la alimentación de las personas con párkinson, desde la Asociación Parkinson Guipuzcoa (ASPARGUI) han promovido un libro de recetas saludables en el que ha participado el cocinero Martín Berasategui: "Salsa para tu coco. Alimentación y música para ser feliz".
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