Cómo afrontar el verano si tienes párkinson

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El verano es tiempo de descanso y desconexión de nuestro trabajo cotidiano, especialmente cuando convivimos con la enfermedad de párkinson, ya sea como paciente o como familiar o cuidador. ¿Sabes cómo cuidarte o cuidar a una persona con este trastorno durante el verano? Si te organizas bien, puedes organizar un viaje o aprovechar las vacaciones para practicar alguna afición que resulta más complicada durante el resto del año.
El descanso personal

Debemos aprovechar el verano para descansar y desconectar de nuestras obligaciones rutinarias, siempre que sea posible. Las personas afectadas también necesitan su merecido descanso, al igual que las personas encargadas de su cuidado.

En el segundo caso, es probable que además necesiten el apoyo de familiares y amigos para el cuidado de la persona con párkinson, o bien como acompañamiento. Los cuidadores también necesitan un descanso ya que sufren a diario una gran carga física y emocional, y necesitan la desconexión de los cuidados.

Practica actividades físicas

Los expertos indican que el ejercicio físico produce beneficios cognitivos en pacientes con Parkinson. En este sentido, se ha demostrado que la fisioterapia tiene un efecto positivo sobre las funciones cognitivas en los pacientes. Un tratamiento de ejercicio físico de cuatro semanas podría ralentizar la progresión del deterioro cognitivo en personas que conviven con la enfermedad de párkinson y deterioro cognitivo leve.

Por tanto, un buen consejo es preparar una tabla de ejercicios especial para el verano, teniendo en cuenta la temperatura, la humedad o las condiciones climatológicas del lugar al que te desplazas. Especialmente en esta época de COVID-19, es recomendable practicar la actividad física al aire libre. En el canal de YouTube de la Asociación Parkinson Madrid puedes encontrar una multitud de vídeos dirigidos por expertos en la materia.

Otra buena opción es la aplicación gratuita NeuroGimnasio, diseñada por por la neuróloga Nerea Foncea. Esta app, de descarga gratuita, contiene diferentes tipos de ejercicios específicamente diseñados para los diversos problemas que pueden experimentar los pacientes con párkinson. También incluye recomendaciones para evitar caídas, aprender a entrar y salir del coche sin problema y puede funcionar junto con el asistente de voz Alexa.

La hidratación es fundamental

En época estival resulta especialmente importante mantener una buena hidratación, más aún en zonas con temperaturas elevadas. Los especialistas recomiendan beber de forma abundante, al menos ocho vasos de líquido al día, que puede ser agua, zumo, leche… Aunque siempre que se pueda, lo mejor para hidratar y quitar la sed es el agua.

Respecto a la nutrición, debemos tener en cuenta el estado del paciente. En muchas ocasiones es preferible apostar por alimentos con consistencia de papilla, ya que son más fáciles de digerir. Además, durante la comida un sorbo de agua fría puede ayudar a tragar mejor, porque estimula el reflejo de la deglución.

Viajar seguro en verano

Si te animas a emprender un viaje con una persona con párkinson, es muy útil localizar un servicio de salud por si necesitas realizar alguna consulta con el médico de Atención Primaria. De esta forma, si surge algún imprevisto o necesitas una consulta de urgencia, no perderás tiempo en buscar a un médico.

Para el viaje, prepara bien la medicación, especialmente si vas a cambiar de autonomía o de país. Recuerda llevar contigo la tarjeta sanitaria de tu comunidad autónoma o bien la tarjeta sanitaria europea Siempre que puedas, pregunta previamente las condiciones para prever la medicación que se vaya a necesitar y las condiciones de transporte o almacenaje. También es recomendable tener un seguro de salud para tu viaje, para evitar gastos imprevistos.

En UCBCares puedes encontrar consejos adicionales para viajar, además de poder descargarte el **Pasaporte para personas con párkinson diseñado para ayudarte a planificar los viajes con tranquilidad.

¡Ojo con los cambios de rutinas!

El cambio de los hábitos durante el verano puede ser un problema para las personas con párkinson y sus cuidadores. Por ello, debemos estar muy atentos a las alteraciones emocionales que pueden influir de forma negativa en los circuitos nerviosos del cerebro. La ansiedad, la depresión o el estrés son síntomas que pueden aparecer por los cambios en las rutinas. Para evitarlos, tal vez sea necesario consultar con nuestro especialista la posibilidad de ajustar el tratamiento.

En ese sentido, vale la pena recordar que el verano es un buen momento para practicar técnicas de relajación y las terapias cognitivo-conductuales que pueden ser de gran utilidad en estos pacientes.

Si lo que quieres es aprovechar para conocer mejor la enfermedad y formarte en otros aspectos del párkinson que quizás desconocías, puedes descargarte la Guía para personas con párkinson. Conocer los síntomas de la enfermedad, su progresión, los factores de riesgo o los hábitos de vida saludables pueden ayudarte a comprender el párkinson, mantenerlo a raya y controlarlo mejor.

Segundo verano en pandemia

Finalmente, no debemos de olvidar que aún estamos en alerta por la amenaza del coronavirus. Por ello, conviene recordar que es importante mantener las medidas de seguridad, especialmente en los pacientes crónicos. Mantener la distancia de seguridad, utilizar la mascarilla siempre que sea necesaria y lavar las manos o desinfectarlas con gel hidroalcohólico de forma habitual, en especial cuando se vaya a comer.

Por último, el mejor consejo que podemos aportarte es que intentes disfrutar de las vacaciones porque son para eso, para desconectar y recargar pilas de cada al último trimestre del año. ¡Feliz verano! 😃