Actividades para el Párkinson en terapia ocupacional
Ejercicios de terapia ocupacional para el Párkinson
El Párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que hoy por hoy no tiene cura. Sin embargo, se puede intentar retrasar la aparición de síntomas motores y no motores mediante la realización de actividades físicas y cognitivas.
La realización de actividades ha demostrado tener un efecto muy positivo para las personas con Párkinson. En este sentido, la terapia ocupacional (TO) ha sido una excelente aliada, ya que busca mantener la buena salud de las personas mediante la ocupación productiva.
¿Cómo interviene la terapia ocupacional en el Párkinson?
La terapia ocupacional se encarga de la promoción de la salud, buscando recuperar, mantener o generar el equilibrio para el paciente a través de acciones relacionadas con el autocuidado, la productividad y otras necesidades.
Junto con otras especialidades y con el correspondiente tratamiento farmacológico, esta disciplina funciona como un complemento para ayudar a la salud y bienestar de los enfermos de Párkinson. La terapia ocupacional acompaña a los pacientes con la realización de actividades cotidianas que les ayuden a mantenerse lo más independientes posible durante el máximo tiempo, mejorando considerablemente su calidad de vida.
Actividades para personas con Párkinson
Nos centraremos en las actividades de ocupación cotidiana que han mostrado resultados positivos. Es importante recordar que todos estos ejercicios son útiles, pero es muy importante que el paciente siga tomando la medicación recetada por su médico.
Terapia física para Párkinson
La actividad física regular es esencial para cualquier persona y reduce los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, diabetes, obesidad, cáncer o ansiedad.
Dentro de las terapias físicas para pacientes con Párkinson, destaca el método Modified Fitness Counts (mFC), propuesto por la Fundación de Párkinson. Este programa contiene ejercicios básicos y seguros, fáciles de hacer con o sin ayuda y que han demostrado ser muy beneficiosos para las personas con la Enfermedad de Párkinson (EP). Se trata de una mezcla entre actividades aeróbicas, de fuerza, estiramientos y posturas.
- Ejercicio aeróbico: este tipo de ejercicio es efectivo en la quema de grasas, al tiempo que activa los músculos, el corazón o los pulmones. Según la Organización Mundial de la Salud, de actividad física aeróbica moderada a la semana. Para las personas con Párkinson se recomiendan en torno a 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o vigoroso a la semana para mantener una buena calidad de vida. Algunos ejemplos son actividades que incluyen caminar, correr, montar en bicicleta o natación.
- Entrenamiento de fuerza: hacer ejercicios de fuerza de forma controlada ayuda a fortalecer los músculos, mejorando la estabilidad y el control de los movimientos, ayudando a su vez a evitar las caídas.
- Estiramientos y posturas: actividades como el Tai Chi, Pilates o el Yoga ayudan a estirar todo el cuerpo al tiempo que fortalecen la musculatura. Además, estos ejercicios son adaptables para todo tipo de personas y pueden hacerse sin impacto.
- Danza: el baile es también una actividad que puede ayudar a retrasar los síntomas motores del Párkinson, siendo un ejercicio adaptable que cualquier persona puede hacer. Bailar mejora la coordinación, el equilibrio y como ocurre en actividades como el Yoga o el Tai Chi, involucra cuerpo y mente, reduciendo la ansiedad y la fatiga.
Algunas aplicaciones pueden ayudar a realizar algunos de estos ejercicios básicos como es la App NeuroGimnasio, disponible en Google Play y en la App Store.
Actividades cognitivas para Párkinson
Las personas con Enfermedad de Párkinson en muchos casos desarrollan problemas cognitivos que afectan a la memoria y la orientación, y que pueden alterar el desempeño de sus actividades diarias. Mediante la terapia ocupacional se intenta retrasar este deterioro todo lo posible y, aunque el ejercicio físico tiene consecuencias positivas para la salud mental, es recomendable acompañarlo de terapias adecuadas para las funciones cognitivas. Algunas actividades cognitivas para el Párkinson:
- Trabajar la memoria: las terapias para activar la memoria son muy positivas, ya que la enfermedad, en muchos casos, conlleva pérdidas o cambios en los roles ocupacionales. Es importante incluir actividades que potencien la autonomía de las personas, ejercitando la memoria mediante tareas como el cálculo y otras que ayuden a recordar palabras, textos, historias, etc.
- Lenguaje: las alteraciones provocadas por el Párkinson afectan al procesamiento léxico en la lectura y la comprensión oral del lenguaje, por lo que se recomiendan las actividades relacionadas con la fluidez verbal, comprensión, repetición y denominación de objetos.
- Percepción sensorial: las tareas en las que el paciente sincroniza unos movimientos con ciertas señales, auditivas o visuales, ayudan a comprobar el tiempo de reacción ante las mismas y establecer unos ritmos en los movimientos según esas señales. De esta forma se potencia tanto la actividad motora como no motora.
Prácticamente en todos los casos de terapia ocupacional para Párkinson donde se realizan actividades cognitivas, se consiguen cambios positivos importantes. De todos modos, es importante que cada terapia y tratamiento sea revisada por un médico, ya que cada caso puede presentar diferencias.
Referencias:
College of Occupational Therapists. Definition of occupational therapy as a complex intervention. London: College of Occupational Therapists, 2003.
Rozas Afonso, Isabel (2016). Terapia ocupacional y enfermedad de Parkinson.
Dixon L, Duncan D, Johnson P, Kirkby L, O'Connell H, Taylor H, KHO Deane (2008). Terapia ocupacional para pacientes con enfermedad de Parkinson.
Pedro Ferradáns Rodríguez; Mercedes Soto González (2017). Terapia cognitiva en pacientes con Parkinson.
Aida Camila Suarez Jiménez, Melissa Esmeralda Moreno Ramírez, Susana María Montoya Romero (2021). Terapia de rehabilitación cognitiva, calidad de vida de pacientes con enfermedad de Parkinson y cuidadores.