¿Qué tipos de Párkinson existen? Clases y síntomas

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La Enfermedad de Párkinson (EP) es una enfermedad neurológica crónica y degenerativa. Se mantiene durante toda la vida y va avanzando con el paso del tiempo. Su rasgo más común es la bradicinesia, o lentitud en el movimiento. Los síntomas más comunes de la enfermedad son la rigidez, los problemas de equilibrio y los temblores en reposo.

Tipos de Párkinson

Si evaluamos los diferentes tipos de Párkinson según la edad en la que se descubre o diagnostica, nos encontramos con que hay dos clases de Párkinson:

  • De inicio temprano: en personas de menos de 50 años
  • Párkinson en personas mayores.

El más frecuente es este último, siendo más común que la enfermedad se inicie entre los 50 y 60 años, aumentando el riesgo a partir de la sexta década.

Según su forma de aparición podemos diferenciar también entre Párkinson y parkinsonismo.

Párkinson y parkinsonismo

Aunque son dos conceptos diferentes, a menudo se confunden. La diferencia principal entre la Enfermedad de Párkinson (EP) y el parkinsonismo es que mientras el primero es una enfermedad degenerativa, el segundo es un síntoma. Concretamente, es una manifestación del Párkinson, o bien de otra dolencia.

Párkinson primario

El Párkinson primario es la enfermedad primaria, es decir, la propia Enfermedad de Párkinson. Sus causas no están claras, aunque se cree que puede deberse a la combinación de varios factores:

  • Genéticos: aproximadamente entre el 15 y 25% de las personas con la enfermedad, tienen algún familiar que también la ha desarrollado. Entre un 10 y un 15% de los casos de Párkinson están asociados a factores genéticos. Durante años, se han investigado científicamente los genes de personas con Párkinson, y se han encontrado docenas de mutaciones genéticas asociadas a la enfermedad.
  • Medioambientales: el consumo a lo largo del tiempo de agua de pozo y la exposición prolongada a pesticidas y herbicidas se han identificado como posibles desencadenantes.
  • El propio envejecimiento del organismo y la degeneración neurológica.

Parkinsonismo secundario y parkinsonismo plus

Se reconoce habitualmente como parkinsonismo la manifestación de bradicinesia (lentitud en los movimientos) y otro de los síntomas del Párkinson: temblor en reposo, rigidez muscular o problemas de equilibrio y postura.

La Enfermedad de Párkinson (EP) es la causa más frecuente de parkinsonismo, pero no es la única. Se identifica con causas distintas cuando:

  • No responde a los tratamientos farmacológicos dopaminérgicos, que sí suelen ser eficaces en la Enfermedad de Párkinson.
  • Se están consumiendo fármacos que bloquean los receptores de la dopamina, lo que puede provocar parkinsonismo farmacológico.
  • Se produce una distribución simétrica en los síntomas. La asimetría es uno de los rasgos característicos de la Enfermedad de Párkinson, viéndose más afectado uno de los lados del cuerpo.
  • Síntomas no típicos como caídas o alteraciones en la memoria, bajada de tensión al levantarse de la cama, dificultad para tragar, etc.
  • Avance excesivamente rápido de la enfermedad.

Principalmente, existen dos clases de parkinsonismo: parkinsonismo secundario y parkinsonismo plus o atípico.

El parkinsonismo secundario suele estar asociado al uso crónico de fármacos relacionados con la producción de dopamina (medicación antipsicótica o antidepresiva). Los síntomas suelen ser: lentitud, temblores y rigidez simétrica en ambos lados del cuerpo. La forma de proceder en este caso será ajustar la medicación para que desaparezcan los síntomas. En general, tras abandonar estos medicamentos, el parkinsonismo va desapareciendo de forma gradual, aunque los síntomas se pueden prolongar hasta un año.

Sin embargo, el parkinsonismo inducido por fármacos (parkinsonismo farmacológico) no es la única forma en la que se presenta el parkinsonismo secundario, sino que también se encuentran entre sus causas: agentes tóxicos, enfermedades de tipo vascular o alteraciones cerebrales metabólicas

  • Demencia con cuerpos de Lewy: este tipo de demencia es un trastorno neurodegenerativo progresivo en el que se acumulan depósitos anormales de la proteína alfa-sinucleína en varias áreas del cerebro. Puede provocar problemas de memoria, fluctuaciones de pensamiento o alucinaciones. Más adelante, también puede provocar síntomas como lentitud, rigidez y otros similares al Párkinson. La demencia con cuerpos de Lewy es la causa más común de demencia degenerativa después del Alzheimer. No existe un tratamiento para esta enfermedad, la medicación se encarga de calmar los síntomas.

  • Parkinsonismo Vascular: no existen pruebas concluyentes de diagnóstico que distingan la Enfermedad de Párkinson y el Parkinsonismo Vascular. El inicio de parkinsonismo tras un ictus, podría indicar que se relaciona con esta dolencia. Otros signos pueden ser la evidencia de una enfermedad vascular identificada en una resonancia cerebral unida a diversos niveles de deterioro, problemas cognitivos tempranos graves y afectación funcional de la parte inferior del cuerpo. En cuanto a su tratamiento, los medicamentos dopaminérgicos (como la levodopa) pueden ayudar moderadamente, dependiendo del lugar del cerebro en el que se encuentre la enfermedad vascular.

En el parkinsonismo plus o atípico, la causa es otro tipo de enfermedad, que no coincide con la Enfermedad de Párkinson. Principalmente, destacan tres: la Atrofia Multisistémica, la Parálisis Supranuclear Progresiva y la Degeneración Corticobasal.

  • Atrofia Multisistémica: engloba varios trastornos neurodegenerativos en los que uno o más sistemas del organismo se deterioran. Algunos síntomas de la atrofia multisistémica son la falta de coordinación (ataxia) y la disfunción del sistema nervioso autónomo (que controla automáticamente funciones como la presión arterial, la vejiga y la sudoración). Esto se suma a grados variables de parkinsonismo que incluye síntomas como lentitud, rigidez y pérdida del equilibrio (inestabilidad) La edad de aparición suele ser a mediados de los 50 años y su diagnóstico se basa en las características clínicas, no existe ninguna prueba concreta para identificarlo. Tampoco existe una medicación específica, sino que los tratamientos se encargan de aliviar los síntomas.

  • Parálisis Supranuclear Progresiva: el tipo degenerativo más común de parkinsonismo atípico. Tiende a avanzar más deprisa que la Enfermedad de Párkinson y suele aparecer en pacientes mayores de 60 años. Las personas con esta afectación pueden manifestar como síntoma inicial de la enfermdad frecuentes caídas Otros síntomas son la limitación de los movimientos oculares, problemas para tragar o hablar, trastornos del sueño, y pérdida de memoria. No existe una prueba concreta para identificar la enfermedad, si bien algunas ténicas de imagen como la resonancia magnética cerebral y la tomografía por emisión de positrones podrían servir de estudio complemetario. Aún no se dispone de un tratamiento específico.

  • Degeneración Corticobasal: es la causa atípica menos común de parkinsonismo. Suele comenzar con síntomas que afectan a una sola extremidad. Otros síntomas pueden ser las posturas anormales de la extremidad afectada, dificultad en la realización de ciertas tareas motoras aun teniendo una fuerza muscular normal, espasmos, o dificultad en el lenguaje. Se inicia después de los 60 años y su evolución es más rápida que la del Párkinson. No existe una prueba específica para su diagnóstico, aunque algunas técnicas de imagen pueden ayudar (Resonancia magnética cerebral, tomografía por emisión de positrones). El tratamiento se centra en aminorar los síntomas. La toxina botulínica (bótox), los antidepresivos, logopedia y fisioterapia pueden ser útiles como apoyo.