En la mayor parte de los casos, la epilepsia infantil tiene una buen progreso y responde de forma adecuada al tratamiento antiepiléptico y a unos buenos hábitos higiénicos. La evolución de este trastorno en el niño varía en función de la causa y el tipo de epilepsia, y la edad del paciente.
Se calcula que dos tercios de los niños con epilepsia, superan las crisis a medida que se van haciendo mayores y pueden llegar a controlar la epilepsia sin medicación.
La perspectiva de alcanzar una remisión completa, es decir que no vuelvan a ocurrir las crisis, a los 3 años del inicio del tratamiento es de entre el 59% y 68%, un porcentaje que asciende hasta entre el 80% y el 90% para remisiones iniciales (periodo libre de crisis en algún momento de la evolución del paciente)**.
No obstante, los padres o cuidadores del menor deben ayudarle a llevar una vida sana y a acudir a las consultas del neurólogo con regularidad.