Mitos y realidades sobre la epilepsia
Pese a que se ha mejorado mucho en la percepción que se tiene de la epilepsia, estamos ante una enfermedad neurológica rodeada de muchos mitos que la han convertido en un problema social para quienes la padecen. Teniendo esto presente, la primera fuente de información, tras un diagnóstico de epilepsia, debe ser el neurólogo o neuropediatra.
No hay que dejarse influir por todo lo que se dice sobre la epilepsia.
Destapando los mitos
La epilepsia NO es una enfermedad contagiosa. Aunque en un gran porcentaje de los casos se desconoce el origen de la epilepsia, lo que sí se sabe con certeza es que no se contagia.
La epilepsia NO convierte a las personas que la padecen en enfermos mentales. Aunque en la antigüedad se pensaba lo contrario y se encerraba a los pacientes en psiquiátricos, la epilepsia no conlleva alteraciones cognitivas.
Los niños y adolescentes con epilepsia SÍ pueden y deben estar escolarizados ya que no tienen problemas cognitivos ni de comportamiento que les imposibilite continuar con la escolarización, aunque es recomendable que tanto el centro como el profesor estén informados de su condición.
Las personas afectadas de epilepsia SÍ pueden y deben practicar deporte porque, además de los beneficios físicos que a todos nos proporciona, tiene efectos neuromoduladores que favorecen el control de las crisis. Por otro lado, el deporte les ayuda a reducir el estrés y a mejorar su autoestima.
Existe la falsa creencia de que a la persona que sufre una crisis se le debe obstruir la boca para que no se trague la lengua, pero es falso, es imposible que esto ocurra. Por el contrario, es importante saber que NUNCA hay que introducir algo en la boca de una persona que está teniendo una crisis porque le podemos asfixiar.
La epilepsia NO es una enfermedad incurable. Se trata de una enfermedad neurológica que, con frecuencia, aparece en la infancia y en la adolescencia y, en ocasiones, al pasar a la edad adulta desaparece.
Otra falsa creencia muy extendida es que la epilepsia limita la vida de las personas afectadas. La realidad dice que el 75% de las personas con epilepsia consigue controlar la enfermedad, con la medicación adecuada, y SÍ llevan una vida totalmente normal.
La epilepsia es un trastorno muy complejo que se manifiesta de muchas maneras, NO solo mediante crisis convulsivas. Además, sufrir una pérdida de conocimiento con sacudidas no tiene porqué significar epilepsia, ya que cualquier persona puede tener una crisis a lo largo de su vida, y hay otras enfermedades que se manifiestan así, como pueden ser los síncopes.
Las personas con epilepsia SÍ pueden y deben trabajar si no se lo impiden otras causas. Es cierto que la epilepsia conlleva algunas limitaciones en función de la afectación, pero causa menos bajas laborales que otras enfermedades.
Las mujeres que sufren epilepsia SÍ pueden tener hijos, y los expertos calculan que la probabilidad de que la epilepsia se herede es muy baja. No obstante, si una mujer con esta patología quiere tener familia es importante que lo consulte con el neurólogo, para regular su medicación.
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