El tratamiento es particularmente difícil debido a la alta probabilidad de status epilepticus (SE), un alto volumen de crisis farmacorresistentes y la presencia de múltiples trastornos asociados como discapacidad intelectual, problemas de comportamiento y sueño, así como las alteraciones de la marcha. También existe un riesgo significativo de muerte súbita inexplicable en la epilepsia (SUDEP).
A menudo hay un retraso significativo en el diagnóstico del Síndrome de Dravet (SD). Hasta el momento del diagnóstico, el tratamiento puede consistir en fármacos antiepilépticos ineficaces que incluso pueden agravar las crisis en el SD. Esto, en combinación con un mayor riesgo de status epilepticus (SE), puede empeorar el deterioro intelectual.