Causas de la epilepsia

Cuando el paciente presenta una primera crisis epiléptica, el médico debe determinar la etiología de la epilepsia.

Todas las funciones del cerebro están controladas por este órgano, por tanto, cualquier daño que sufra puede desencadenar una crisis epiléptica, lo que equivale a decir que las causas pueden ser múltiples. En el 50 % de los casos se desconoce en todo el mundo. Las causas de la epilepsia se dividen en tres grandes grupos:

causas de la epilepsia
  1. 🧬 Causa genética. también denominadas "idiopáticas". Son producidas por alteraciones genéticas y es habitual que existan otros miembros de la familia afectados.
  2. 🧠 Causa estructural. La epilepsia aparece como consecuencia de una lesión identificada en el cerebro: traumatismo, ictus y otras lesiones vasculares, tumor, infección, inflamación, malformaciones congénitas de la corteza cerebral, enfermedades neurodegenerativas, etc.
  3. ❓ Causa desconocida. En estos casos no se llega a determinar la causa de la epilepsia, habitualmente suelen ser lesiones estructurales microscópicas.

Algunas causas son particularmente importantes a edades específicas:

  • Las epilepsias de causa genética suelen aparecer en las dos primeras épocas de la vida.
  • Los traumatismos afectan sobre todo a adultos jóvenes.
  • Los tumores cerebrales pueden manifestarse como epilepsia a cualquier edad, con predominio en adultos entre 40-50 años.
  • Las enfermedades vasculares cerebrales y las enfermedades neurodegenerativas son causa frecuente de epilepsia en la tercera edad.

Cada vez se reconoce más que muchas de las epilepsias se asocian con comorbilidades tales como problemas de aprendizaje, psicológicos y de comportamiento. Estos varían en tipo y gravedad, y van desde dificultades de aprendizaje sutiles a deterioro intelectual, rasgos psiquiátricos como trastornos del espectro autista y depresión, hasta problemas psicosociales.

En las epilepsias más graves, se puede observar una compleja gama de comorbilidades, incluyendo déficits motores como parálisis cerebral o deterioro en la marcha,
trastornos del movimiento, escoliosis, sueño y trastornos gastrointestinales.

¿Cómo se inicia una crisis epiléptica?

Las crisis epilépticas son una causa frecuente de consulta en la emergencia y en la atención ambulatoria. La evaluación de una primera crisis epiléptica reviste gran trascendencia en este contexto, ya que la ocurrencia de ésta no implica necesariamente el diagnóstico de epilepsia o la evidencia de un síndrome epiléptico.

Las células nerviosas del cerebro conducen señales en forma de corrientes eléctricas. Cuando se produce una descarga repentina, desproporcionadamente alta y simultánea, puede causar una crisis epiléptica.

Fases y síntomas de una crisis epiléptica

Tanto las causas de la epilepsia como los factores que inciden son múltiple. Por tanto, establecer una sintomatología concreta para las crisis epilépticas es complicado. Las características de las convulsiones varían y dependen de en qué parte del cerebro comienza la alteración y cómo se propaga.

Las convulsiones pueden tener una fase inicial, una fase media y una fase final.

1. Fase inicial - Pródromo

No es parte de la convulsión en sí. Durante el pródromo, las personas pueden tener una sensación difícil de describir de que puede ocurrir una convulsión. Quizás también tengan cambios en el comportamiento. Esto puede ocurrir horas o hasta días antes de la convulsión.

La etapa de pródromo puede estar acompañada de un aura, primer síntoma de una convulsión. Un síntoma durante el aura puede el déjà vu, que es la sensación de que una persona o un lugar son conocidos. O bien, puede ocurrir lo contrario, es decir, la sensación de que una persona o un lugar no son conocidos.

La persona puede simplemente sentirse rara, tener miedo o pánico, o hasta tener sentimientos agradables. Los síntomas también pueden ser, por ejemplo, olores, sonidos, sabores, visión borrosa o pensamientos acelerados.

2. Fase media - Ictal

Dura desde el primer síntoma hasta el final de la convulsión. Los síntomas varían según el tipo de convulsión y, pueden ser de leves a graves. Algunos de los síntomas de las convulsiones pueden ser los siguientes:

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  • Confusión temporal, como la incapacidad para hacer contacto, por ejemplo, la conciencia deteriorada.
  • Evento de ausencia, como pausa y mirada rígida.
  • Movimientos espasmódicos e incontrolables de los brazos y piernas, rigidez de todo el cuerpo, posiblemente también girando un poco la cabeza.
  • Desmayo o pérdida de la consciencia.
  • Cambios cognitivos o emocionales, que pueden incluir miedo, ansiedad o la sensación de que ya has vivido este momento, que se conoce como déjà vu.
  • Además, el paciente puede dejar de respirar en torno a 1 minuto, sin peligro a no ser que la crisis se prolongue 3 minutos.

3. Fase terminal - Postictal

Este es el período después de una convulsión, durante la recuperación. La etapa postictal puede durar de minutos a horas. En algunas personas, la recuperación es rápida, mientras que en otras lleva horas. Después de la crisis, el paciente a menudo presenta alteraciones de la conciencia, de la percepción y del rendimiento mental durante minutos o, incluso, horas.

Lo más habitual es que la persona permanezca un ratito confundida o adormecida, y le cuesta reaccionar. La duración de la etapa postictal depende del tipo de convulsión y de qué parte del cerebro se vio afectada.

Los síntomas de las crisis dependen de la zona del cerebro, afectada por las descargas eléctricas de las neuronas, desde episodios breves de pérdida o disminución de conciencia, hasta convulsiones prolongadas del cuerpo, contracciones musculares y alteraciones del movimiento normal.