Información para combatir los mitos de la epilepsia

mitos-epilepsia
La epilepsia es una de las enfermedades que más bulos y mitos falsos ha creado en su entorno. Todavía hoy sigue habiendo una gran ignorancia respecto a las causas, los síntomas o los tratamientos para este trastorno neurológico causado por la descarga anormal de impulsos eléctricos de algunas neuronas o células cerebrales.

Las crisis epilépticas son espontáneas e inesperadas, por lo que la actividad descontrolada de las neuronas puede afectar a la atención o al comportamiento de quien la tiene. Afortunadamente, el 75% de las personas afectadas suelen controlar las crisis gracias a una medicación adecuada, y, en general, las personas con epilepsia pueden llevar una vida normal el resto del tiempo.

Fuentes de información

La falta de información respecto a las crisis epilépticas ha creado durante siglos un sinfín de falsos mitos. Los falsos prejuicios que rodean a este trastorno suelen causar un grave estigma en las personas afectadas. Por ello, es imprescindible aumentar las campañas de información y de concienciación para conocer mejor en qué consiste esta enfermedad.

La mejor fuente de información que tenemos siempre es nuestro médico, por lo que debemos preguntarle con total confianza todas las circunstancias que nos pueden afectar. Aparte, las asociaciones de pacientes también pueden resultar unas buenas fuentes de información, ya que suele haber pacientes expertos que nos pueden asesorar. En el caso de que prefiramos recurrir a internet, lo mejor es siempre buscar fuentes fiables, como sociedades científicas, las propias asociaciones de pacientes, webs como esta, o Vivir con Epilepsia.

La perspectiva del experto

El doctor Ángel Aledo-Serrano es un neurólogo especializado en el campo de la epilepsia y la Neurofisiología Clínica. Según ha dicho, uno de los mitos más extendidos es pensar que “las crisis siempre conllevan convulsiones, pérdida de conciencia y soltar espuma por la boca. En realidad, ésta es solo un tipo de crisis epiléptica generalizada. Muchas personas con epilepsia nunca tendrán una convulsión o tendrán muy pocas a lo largo de su evolución”.

La principal consecuencia de este falso mito es el retraso en el diagnóstico, como ha explicado este especialista. “Muchas veces el diagnóstico de epilepsia no se hace hasta que aparece la primera convulsión, y eso es algo muy negativo. Los pacientes nos llegan a la consulta muy tarde y sufren mucho por el camino”.

Otro “gran mito que también hace mucho daño”, según el doctor Aledo-Serrano, es el modo de asistir una crisis epiléptica. “Existe el mito de que no hay que dejarle convulsionar y la gente abraza a la persona que está sufriendo una crisis con convulsiones; eso puede ser perjudicial para la persona afectada, incluso podemos hacerle daño. También es mentira que una persona pueda tragarse la lengua; no es cierto, es imposible ahogarse así”.

Doctor Ángel Aledo, mitos sobre la epilepsia

Mejore su experiencia

Para poder mostrarle contenido en formato vídeo, debe permitirnos usar cookies de vídeo.

Una enfermedad de todas las edades

Asimismo, ha apuntado un tercer mito relativo a la edad de los pacientes. “No es cierto que la epilepsia sea una enfermedad solo de niños; al contrario, afecta a todas las edades”.

Otras indicaciones del doctor Aledo-Serrano para desterrar falsos mitos respecto a las personas con epilepsia han sido:

Contra los mitos, información fiable

Para evitar confusiones, es preferible recordar las principales características de las crisis epilépticas, y así desterrar los falsos mitos.

  1. Cerca del 75% de las crisis epilépticas se controlan con el tratamiento farmacológico.
  2. Una persona con crisis epilépticas no tiene una enfermedad mental.
  3. La epilepsia es una enfermedad causada por un exceso de actividad eléctrica en un grupo de neuronas.
  4. La epilepsia no es contagiosa.
  5. Uno de los síntomas de las crisis epilépticas es la contracción de todos los músculos, pero vuelven a su estado normal después del episodio.
  6. Algunas personas solo tienen una crisis epiléptica aislada a lo largo de su vida. Se le considerará oficialmente paciente con epilepsia si tiene al menos un segundo episodio.
  7. Es cierto que algunas personas sienten una sensación o aura que asocian con el desarrollo inminente de una crisis. De esta forma, pueden tomar las precauciones oportunas.
  8. La epilepsia no es hereditaria o, al menos, es muy baja la probabilidad de que un hijo de una persona con epilepsia tenga también este trastorno.
  9. La epilepsia es una enfermedad crónica que se manifiesta de forma intermitente.
  10. Las mujeres con crisis epilépticas pueden ser madres. Si deciden quedarse embarazadas, es aconsejable que hablen previamente con el neurólogo para realizar el mejor abordaje terapéutico posible.
¿Cómo ayudar a una persona con una crisis epiléptica?

En el caso de que tengamos que asistir a una persona en medio de una crisis epiléptica, debemos tener claro qué debemos hacer. Por eso vamos a recordar las 5 pautas ante una crisis de epilepsia:

  1. Nunca se debe introducir un objeto en la boca, pero sí debemos asegurarnos de que pueda respirar sin la obstrucción de la lengua.
  2. Debemos colocar el cuerpo de la persona en posición de seguridad o de lado.
  3. Asegurarnos de que el afectado no se golpee con el suelo o choque con los objetos que le rodean.
  4. Podemos intentar comunicarnos con la persona que está sufriendo una crisis para transmitirle calma y confianza.
  5. Controlar el tiempo que dura la crisis. Si excede los cinco minutos se debe llamar a Urgencias.

Aparte de las convulsiones, las crisis epilépticas también pueden manifestarse de otras formas como con una desconexión del entorno, sensaciones gástricas, alteraciones visuales y/o auditivas, etc. Conocer bien estos síntomas nos ayudarán a identificar las crisis para prestar la mejor ayuda posible.